Viaje sonoro por los rincones más frágiles del espíritu. Cada nota, cada silencio, es una grieta que deja escapar emociones que no encuentran palabras. El jazz, con su libertad y su melancolía, se convierte aquí en un refugio y una confesión: un lugar donde lo roto no se esconde, sino que resuena con belleza. Esta selección musical invita a escuchar con el alma, a dejar que el ritmo acaricie las heridas y que la improvisación reconstruya, aunque sea por un instante, aquello que el tiempo quebró.
Selección musical gentileza de José Luis Chirino Rivero.