Motörhead; rompiendo la línea entre el punk y el heavy
Pocas formaciones dejan huella de una manera incontestable y determinante en el desarrollo de un estilo musical. La gran mayoría hacen sus aportaciones para apoyar y dar vida a un determinado género, pero muy pocas, dejan una marca imborrable para siempre.
Una de las bandas capitales para el desarrollo e implantación de los sonidos distorsionados, fue sin duda Motörhead, con el gran Lemmy Kilmister al frente, que consiguió aunar con su música algo que antes nadie se había atrevido: romper los muros de separación entre el punk y el heavy.
Motörhead tuvo la osadía de combinar la agresividad y velocidad del punk, con la potencia y musicalidad del heavy metal. Todo ello dentro de una banda que renegaba de considerarse una formación heavy, Lemmy afirmaba: “Somos un grupo de rock n’ roll igual que The Beatles”.
La velocidad con que imprimía Lemmy sus composiciones cogida del punk, puso las bases del metal del futuro, del metal extremo, del thrash metal, crossover, speed metal, hardcore etc… en definitiva, Motörhead se convirtieron sin quererlo en el eje catalizador de dos movimientos antagónicos para a partir de ahí desarrollarse otros géneros.
La gran exposición que tuvo la banda en los medios de comunicación incluida la televisión, hizo que se rompieran aún más esas barreras entre estilos, y se convirtieran en bandera de lo outsider y auténtico, venerados por punkis y heavys.
La parafernalia de la banda, su manera de vestir, etc… influyó de manera capital en los fans del rock, metal y punk en generaciones venideras.
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